Estimadas autoridades del Colegio, docentes, padres, queridos chicos:

Hace doscientos diez años un grupo de criollos gritaba frente al Cabildo que querían ser libres. El pueblo salió a la calle para manifestar sus deseos de libertad y amanecemos hoy, 25 de Mayo, en una situación inédita, nos encontramos dentro de nuestras casas, sin siquiera poder salir.
No tenemos las libertades más elementales y básicas del ser humano: visitar a los familiares, ir a trabajar, asistir a eventos culturales, viajar, pasear el día domingo… Estamos «encerrados», no tenemos la libertad de salir, pero nadie puede robarnos la libertad interior, la que tenemos por ser hombres, la que nos permite elegir en cada momento quién queremos ser. Así puedo aceptar esta situación y sacar el mejor provecho posible o quejarme a diario. Puedo trabajar a disgusto, porque las condiciones no son las habituales… o puedo disfrutar de una manera distinta de hacer las cosas y fortalecerme en nuevos aprendizajes. Es la libertad que me permite estar para los demás, ayudarlos… o quejarme y generar conflictos en esta convivencia excepcional que estamos viviendo.
En fin,  hoy celebramos el inicio de nuestra emancipación como Nación, pero a diario debemos celebrar la libertad de los hijos de Dios, que son los que nos configuran como persona y nos animan a luchar contra nosotros mismos para vencernos en nuestras debilidades, para fortalecer nuestras habilidades y para parecernos más al Señor, quien nos ha dado la plena libertad para que lo sigamos y encontremos en Él la verdadera felicidad, sentido pleno de nuestra existencia.
Que en este 25 de Mayo no falte el locro, los pastelitos o las empanadas, propias de nuestra identidad como argentinos, pero que representan la unión familiar, el encuentro, la fraternidad y el profundo amor por la Patria. 
Con los acordes de Nuestro Himno Nacional les comparto unos poquitos trabajos que representan el enorme esfuerzo que están haciendo y que muestran una buena y verdadera manera de hacer Patria.
Muchas felicidades, abrazo grande, 

Dolores